De la descomposición química de la caliza (CaCO3), el químico escocés Joseph Black,en el siglo XVIII, obtuvo un gas al que denominó "aire fijo”. Más adelante, el también químico Antoine Lavoisier, que sentó las bases de la química moderna, en uno de sus experimentos sobre combustión, identificó a un gas de las mismas características que el "aire fijo" de Joseph Black y que denominó dióxido de carbono.
La obtención de dicho gas se logró por efervescencias de la calcita al agregar algún tipo de ácido que permitió la liberación de dióxido de carbono en forma de pequeñas burbujas. Extrapolando se puede afirmar que la reacción de CaCO3 con medios ácidos libera CO2 ya sea hacia la atmosfera o hacia los mares.
Los tiempos de residencia de los gases invernadero, dióxido de carbono, óxido nitroso y CFCs son, para todos ellos, de varias décadas, de manera que la influencia de los gases que se emiten ahora en la atmosfera se extiende sobre periodos largos de tiempo. (Baird, 2006, p.197)
Es decir que en si el dióxido de carbono, el óxido nitroso y demás gases fluoruro carbonados permanecen durante un largo periodo de tiempo y es muy difícil eliminarlos de nuestra atmosfera